Cómo picar entre horas de manera saludable

Repartirse los alimentos a lo largo del día, nos proporciona una dieta equilibrada, sin embargo no hay un número de ingestas que sea mejor que otro. No se trata de cuántas veces comemos ni de qué comemos en cada toma, sino de la calidad de los alimentos ingeridos a lo largo del día.

En la dieta mediterránea, los alimentos suelen repartirse en varias comidas, siendo la comida y la cena, las dos principales, y otras como el desayuno y la merienda, son un recurso para reponer energía y nutrientes después de la práctica de actividad física, situaciones de desnutrición y riesgo de déficit nutricional, y para completar el consumo de frutas y hortalizas frescas.

El “picoteo” sería aquella ingesta de alimentos o bebidas que se sale de una distribución habitual de comidas. También podría considerarse como una ingesta sin programar, que suele incluir alimentos superfluos y en ocasiones se acompaña de una sensación de hambre irrefrenable.

Estas ingestas “extras” pueden contribuir a desequilibrar nuestra alimentación, si se hacen habitualmente y sin ajustar el resto de ingestas, especialmente si los alimentos consumidos son ricos en grasa, sal o azúcar.

Para evitar la tentación de este tipo de “snacks o picoteos” (que a menudo suelen ser: bollería, pastelillos, refrescos, embutidos muy grasos, chocolates, galletas, aperitivos fritos, etc.), lo mejor es no tenerlos en casa. Los entornos que ponen fácil su acceso ya sea en el trabajo, el hogar o el colegio, se asocian con una mayor probabilidad de consumo.

En caso de hacerlo habitualmente, es recomendable recurrir a alimentos que sacien y que no aporten demasiadas calorías.

Frutas frescas y desecadas, hortalizas frescas en bastoncillos y aliñadas con aceite de oliva, frutos secos y semillas no saladas, patés vegetales, lácteos desnatados sin azúcar, bocadillitos de pan integral con quesos frescos, pescados o fiambres magros, castañas asadas, galletas de aceite de oliva, infusiones, palomitas caseras, etc.

La bebida recomendada siempre debe ser el agua, evitando los refrescos y las bebidas alcohólicas.

En cualquier caso, si el picoteo es habitual, debe intentar programarse, tener disponibles alimentos saludables, controlar la ración de consumo y ajustar el horario y composición de las comidas anteriores y posteriores, de modo que se complementen.

“Lo que distingue al hombre inteligente de los animales es el modo de comer”