Riesgo Cardiovascular

 

 

El riesgo cardiovascular es la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una enfermedad cardiovascular dentro de un determinado plazo de tiempo. Los factores de riesgo cardiovascular se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad de este tipo. Son factores de riesgo: la edad, el sexo, la obesidad, la presión arterial, la diabetes mellitus, los niveles de colesterol y lípidos relacionados, la historia familiar, el estrés, el tabaquismo, la dieta y un estilo de vida sedentaria.

 

El colesterol es un factor de riesgo cardiovascular. Un nivel elevado del mismo en la sangre produce hipercolesterolemia: cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando aterosclerosis. Si tenemos 200 mg de colesterol total y 65 mg de colesterol HDL en el organismo, entonces nuestro índice aterogénico, que mide la probabilidad de padecer aterosclerosis, será de 3.07, valor que indica que tenemos bajo riesgo de padecerla. Conforme se incrementen las cifras de colesterol total y/o disminuyan los niveles de colesterol bueno, el índice aterogénico aumentará y con éste el riesgo de sufrir aterosclerosis, una enfermedad de gran riesgo que puede provocar accidentes cerebrovasculares entre otras patologías vasculares y/o cardíacas. Lo ideal es tener el colesterol total entre 180 y 200mg/dL; el colesterol malo, LDL, que puede taponar las arterias, debe estar por debajo de los 190mg/dL.

 

La diabetes también supone un factor de riesgo, ya que tanto si la producción de insulina es insuficiente como si existe una resistencia a su acción, la glucosa se acumula en la sangre y acelera el proceso de aterosclerosis. Los niveles normales de glucemia en sangre en ayunas deben ser entre 70 y 100 mg/dL.

 

En cuanto a la hipertensión, cabe decir que se trata de una resistencia al corazón ante la que éste responde aumentando su masa muscular sin que se produzca un aumento del riego sanguíneo. Esto puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. El valor de la presión arterial normal es de 120/80; se denomina hipotensión cuando la presión está a 90/60, y se considera hipertensión cuando la presión arterial llega a valores de 140/90.

 

Por lo que se refiere a la obesidad, ésta supone un riesgo porque aumenta las posibilidades de que se acumule grasa en los órganos vitales. Por último, es importante tener controlada la frecuencia cardíaca. Tener un perímetro abdominal mayor de 88cm para hombres y de 83cm para mujeres es un indicador de riesgo cardiovascular.

 

Además de los factores de riesgo cardiovascular deben de tenerse en cuenta los marcadores sanguíneos de riesgo cardiovascular, unas moléculas cuya presencia en el torrente sanguíneo está implicada de forma muy directa en el desarrollo de una lesión cardiovascular. En función de donde se dé la lesión se liberará un tipo u otro de sustancias. Muchas veces, prevenir enfermedades cardiovasculares está en tus manos. Ten en cuenta los factores de riesgo y mantén tus niveles a raya. Cuida de ti y de tu corazón.

AUTOR:

Fundación Mapfre