LOS RETOS DE LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD VIAL 2030.

Seguir reduciendo el número de víctimas en las carreteras es posible, y, para ayudar a conseguirlo, nace la Estrategia de Seguridad Vial 2030 con la ambición de servir como marco nacional de referencia para todas las partes implicadas en la política de seguridad vial en España en los próximos años.

Los retos planteados nos acercan un poco más hacia el Objetivo Cero. Por un lado, se quiere reducir el número de personas que pierden la vida en un siniestro de tráfico en un 50% respecto a 2019, cuando hubo nada menos que 1.755 fallecidos; y, por otro, disminuir hasta la mitad el número de las que resultan gravemente heridas respecto a ese mismo año, cuando se contabilizaron 8.613 heridos de gravedad en los registros oficiales.

La estrategia consta de un total de 62 líneas de actuación agrupadas en 9 áreas específicas, y se basa en el llamado “sistema seguro”, es decir, que las conductas o los errores humanos que provocan los siniestros viales no se traduzcan en muertos o heridos.  Por supuesto, la seguridad vial laboral es uno de los temas relevantes dentro de la estrategia. Tal y como ha indicado el director general de Tráfico, Pere Navarro, durante la presentación, “el 11,9% del total de accidentes de trabajo son de tráfico”. Además, el 32,4% de los accidentes de trabajo mortales también son viales. El 58% son in itinere, es decir, al ir y volver de la jornada laboral, y el 42% en misión, durante el trabajo.

 

Como hemos indicado, el objetivo pasar por conseguir que los fallecidos y heridos graves en nuestras carreteras bajen a la mitad en 2030. Para lograrlo, se han establecido unos retos prioritarios:

 

  • Usuarios vulnerables. Están cada vez más presentes en la siniestralidad mortal y grave, y se prevé un aumento del número de peatones, de usuarios de vehículos de movilidad personal, de ciclistas, motoristas… De hecho, las personas fallecidas más vulnerables ya superan a las víctimas mortales sobre cuatro ruedas.
  • Las personas mayores de 64 años tienen cada vez más peso sobre la siniestralidad vial, y son también usuarios vulnerables. Se prevé que aumente el envejecimiento de la población.
  • Las personas fallecidas disminuyen en carretera pero aumentan en las ciudades. Por ello, se quiere trabajar especialmente en las vías urbanas.

 

Todo bajo 9 áreas estratégicas:

 

  1. Personas formadas y capaces.
  2. Tolerancia cero con comportamientos de riesgo.
  3. Ciudades seguras.
  4. Vías seguras.
  5. Vehículos seguros y conectados.
  6. Respuesta al siniestro efectiva y justa.
  7. Datos y conocimiento para una gestión basada en riesgos.
  8. Administraciones, empresas y organizaciones seguras.
  9. Políticas integradas y cooperación internacional.

 

NUEVAS MEDIDAS PARA LOGRAR EL OBJETIVO

 

Actualmente, España tiene una tasa de 37 fallecidos por millones de habitantes, por debajo de la media de la Unión Europea, que está en 51 fallecidos. Sin embargo, nada menos que 1.755 personas perdieron la vida, 8.613 resultaron heridas graves y 130.000 heridas leves en 2019. Son muchas si tenemos en cuenta que hablamos de vidas truncadas.

 

Para encaminarse hacia este objetivo de reducir a la mitad en 2030 el número de víctimas mortales y heridos graves en carretera, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha dado a conocer el Plan Bienal 2022-2023 con una serie de medidas importantes:

 

  • Movilidad segura y sostenible en los colegios. El próximo curso comienza a impartirse de forma gradual esta materia. Por primera vez en la historia de nuestro país, la formación en movilidad segura y sostenible se incluye en el currículo escolar. Los reales decretos de educación primaria, secundaria y bachillerato que desarrollan la LOMLOE, y que ya están publicados, permitirán a los alumnos salir del sistema educativo con la formación básica en seguridad vial.
  • Nuevo título de Técnico Superior en Movilidad Segura y Sostenible en la formación profesional del curso 2022-2023. Se trata del nuevo título que también comenzará su andadura en el próximo curso escolar.
  • Cursos de conducción segura y eficiente para motos y turismos. De hecho, tal y como recoge la ley de Tráfico, actualmente se pueden recuperar 2 puntos en el carné de conducir por realizar este tipo de formación.
  • Cursos para trabajadores en moto bonificados por la FUNDAE. La Fundación para la Formación en el Empleo, a petición de la DGT, ha incluido en su catálogo de cursos bonificados esta materia para que las empresas puedan ofrecérselo a sus trabajadores en moto.
  • Nuevo permiso de conducir B-1 a partir de los 16 años para conducir cuadriciclos de motor con velocidad máxima superior a 45km/h, con un motor cuya potencia máxima sea inferior o igual a 15 kW. Hasta ahora, estos vehículos sólo pueden conducirse con el permiso B. Con esta medida se pretende promover el uso de vehículos eléctricos y aumentar las opciones de movilidad en áreas de menor densidad de población.
  • Promoción del airbag en motoristas, mediante la obligación de su uso en las pruebas de circulación para obtener el permiso A de conducción de motos, y la adquisición de airbags para los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
  • Revisión y actualización de los plazos de renovación de los permisos de conducir de acuerdo con lo previsto en la directiva europea de permisos de conducir, ampliándolo para los jóvenes y reduciéndolo para los mayores.
  • Actualización del protocolo de exploración médico-psicológica en centros de reconocimiento de conductores en colaboración con el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Medicina del Tráfico.
  • Mayor regulación de los vehículos de movilidad personal en coordinación con los ayuntamientos. El objetivo es establecer parámetros de uso, cómo la edad mínima, el uso del casco, el equipamiento o el seguro obligatorio, todo ello quedará regulado en el reglamento de circulación para proteger a los usuarios vulnerables. También se prevé la implantación de un seguro obligatorio.
  • Potenciar el vehículo conectado, especialmente en lo relativo a la geolocalización de los vehículos de auxilio y a la conectividad con municipios, con el objetivo de integrar información sobre restricciones al tráfico, incidencias, zonas de bajas emisiones, zonas de carga y descarga, plazas de aparcamiento disponibles…
  • Nuevo catálogo de señales verticales y horizontales (urbanas e interurbanas), así como la colaboración con los titulares de las vías para la promoción de soluciones de diseño seguro de la infraestructura (zonas de adelantamientos, tramos de carreteras 2+1) diseño de márgenes y soluciones para la reducción de las salidas de vía.

 

Nos dirigimos hacia un nuevo horizonte donde la meta está clara: que nadie pierda la vida o resulte gravemente herido en la carretera. ¿Caminamos juntos?

 

AUTOR:

Fundación MAPFRE