Responsabilidad social corporativa
¿Sabes qué es la responsabilidad social corporativa? En esta ocasión, te mostramos en qué consiste exactamente y cuáles son las principales formas de actuación de este modelo del sector empresarial.
En qué consiste la responsabilidad social corporativa
La responsabilidad social corporativa también se conoce con las siglas RSC. Consiste en una forma de actuar que adoptan las empresas para evitar los posibles impactos que su actividad puede ocasionar en su entorno (empleados y clientes) y en el ámbito que las rodea (el medio ambiente).
Existen unos puntos básicos que no deben faltar en aquellas empresas que apuestan por la responsabilidad social corporativa:
- El compromiso. Las empresas han de mostrar su grado de compromiso para que esta visión se transmita al resto de la sociedad.
- La conducta ética. A pesar de que lograr los objetivos de rentabilidad es una de las principales aspiraciones, no se debe descuidar la ética en la realización de las diferentes actividades. El modelo de responsabilidad social no solo sirve como una mera propaganda para el escaparate de la empresa, sino que esta debe dar ejemplo.
- Es fundamental saber adaptarse en función del entorno para procurar una accesibilidad a todo tipo de personas.
- Preocupación por el bienestar ambiental. Las empresas deben cuidar el medio que les rodea para que la sociedad pueda llevar un buen nivel de vida.
Beneficios de la responsabilidad social corporativa
Los beneficios que se obtienen con la implementación de este modelo son los siguientes:
- Se produce una mejora de la productividad de los trabajadores. Estos recibirán un mayor cuidado por parte de la empresa, por lo que aumentará la motivación del equipo y cada miembro se sentirá a gusto en su puesto.
- Los clientes recibirán un mejor trato y aumentará el grado de satisfacción debido a la integridad que muestra la empresa.
- La implantación de la responsabilidad social corporativa supone una mejora en la imagen de la empresa. Esta se diferenciará claramente de sus competidoras debido a su compromiso con el bienestar social y del medio ambiente.
Cómo se controla la RSC en las empresas
Has de saber que la RSC o responsabilidad social corporativa se regula mediante una serie de normativas como la Declaración tripartita de los principios sobre las empresas, la Resolución del Parlamento Europeo con fecha del 13 de marzo de 2007 o el Libro Verde, elaborado por la Comisión Europea para plantear cuáles son los estándares.
En la actualidad se llevan a cabo diferentes informes de las empresas para corroborar su grado de compromiso y modo de actuación. Además, contamos con el Ranking de Sustentabilidad Empresarial PROhumana, el cual se encarga de medir y evaluar el estado de las políticas y prácticas en siete dimensiones: Gestión Integral, Gobernanza, Tendencias, Público Interno, Proveedores, Clientes y/o Consumidores, Comunidad y Medioambiente.
Por otro lado, la escala CSR Scale de Turker, establecida en 2009, mide el grado de responsabilidad social corporativa desde el punto de vista de los trabajadores. Es un recurso perfecto para comprobar su nivel de satisfacción dentro de la empresa.
Incorporar la responsabilidad social corporativa en un negocio
El diseño del plan de responsabilidad social corporativa debe ir encaminado al ámbito social y medioambiental, por lo que afectará a dimensiones como los recursos humanos, la salud, la seguridad, etc.
Podemos establecer cuatro pasos fundamentales:
- Realización de un análisis de la situación inicial de la empresa en el que se pondrán de manifiesto las futuras expectativas.
- Decidir los recursos que se van a destinar.
- Desarrollo de la estrategia y elaboración de un plan de acción centrado en la responsabilidad social corporativa.
- Análisis de los resultados y evaluación.
Conclusión
La responsabilidad social corporativa o RSC consiste en una responsabilidad de carácter ético que han de llevar a cabo las empresas, independientemente de su tamaño. Por suerte, cada vez son más empresarios los que deciden sumarse a este modelo en el que se presta especial atención a las cuestiones sociales y medioambientales.
Este tipo de estrategia aporta ayudas y mejoras a la sociedad a partir de una serie de beneficios que se proporcionan a la comunidad con el objetivo de fortalecer el vínculo con ella.