¿Qué es el síndrome de Peter pan?
Actualmente, el síndrome de Peter Pan se conoce como el conjunto de rasgos que, por lo general, denotan una gran falta de madurez emocional durante la adultez, en especial tras los treinta años.
Asociado al cuento creado por J.M. Barrie, a comienzos del siglo XX, en el que nos cuenta la historia de un niño que nunca crece, este síndrome se caracteriza por la negación de la propia madurez y responsabilidad, así como la búsqueda de la eterna juventud. En definitiva, las personas que lo padecen “no quieren crecer”.
Aunque no se considera un síndrome oficial, ya que no hay ninguna evidencia científica que revele que el síndrome de Peter Pan es una enfermedad psicológica, ni tampoco aparece como tal en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, no significa que desde la Psicología Clínica no pueda reconocerse este perfil de comportamiento.
Se popularizó a raíz de la publicación del libro “El síndrome de Peter Pan. Los hombres nunca crecen.”, publicado en 1083 por el psicólogo estadounidense Dan Kiley.
Aquellos que padecen este síndrome (en su gran mayoría hombres), se resisten a llevar a cabo tareas básicas relacionadas con su vida diaria, así como a asumir cargas y responsabilidades propias de una persona adulta.
También estas personas muestran conductas y reacciones emocionales que no van acordes a su edad y les cuesta aceptar que padecen este síndrome.
Además, puede existir un miedo constante e irracional a crecer y envejecer, fomentando la percepción de que este periodo de la vida está destinado a enfrentar problemas e inquietudes de manera constante.
Como resultado, estas personas experimentan un profundo sentimiento de soledad y, con gran frecuencia, sufren de tristeza, ansiedad y depresión.
Al no asumir sus responsabilidades, eventualmente alcanzan un momento en el que, según el psicólogo Manuel Escudero, “se sienten vacías, con una vida sin realizar y sensaciones de insatisfacción”.
Por otro lado, debido a su aversión al compromiso, bastantes “hombres Peter Pan” fomentan vínculos superficiales, ya sea en el ámbito de pareja o de amistad.
A largo plazo, esto puede llevarlos a experimentar soledad o a buscar pareja únicamente entre personas que sufren el síndrome de Wendy, una dificultad adicional planteada por Dan Kiley.
Identificar el síndrome de Peter Pan
¿De qué manera se refleja este síndrome en la vida diaria? ¿Cómo puede una persona darse cuenta por sí misma si lo experimenta en algún grado?
En un estudio del año 2019, investigadores turcos presentaron una escala diseñada para evaluar el nivel de síndrome de Peter Pan en un individuo.
Con este fin, crearon una serie de elementos a los que la persona evaluada debe responder para indicar en qué medida se siente identificada.
Estos elementos describen las características principales de las personas con el síndrome de Peter Pan. A continuación, te mostramos cuáles son:
- Intenta evitar responsabilidades y compromisos.
- Busca dedicar su tiempo solo a actividades que considere “divertidas”.
- Rehúsa trabajar a tiempo completo o no trabaja, incluso si esto afecta a personas cercanas.
- Evita ocuparse de sus asuntos financieros.
- No piensa en el futuro y, por lo tanto, no hace planes a largo plazo.
- Evita hacer promesas y a menudo no cumple las ya realizadas.
- No se arraiga en un lugar concreto, considerando sus residencias como temporales.
- No desea tener hijos.
- Aborrece la soledad.
- Idealiza la juventud y busca aparentar ser más joven de lo que es realmente.
- Se rodea de amigos y compañeros más jóvenes, pero la verdad es que no se preocupa por otras personas, solo por sí mismo.
- Tiende a abusar del alcohol y las drogas para relacionarse con los demás como los hacen los adolescentes o personas muy jóvenes.
- Busca pareja entre personas que le cuiden y complazcan, frecuentemente con tendencias similares al síndrome de Wendy (llamado así por el personaje de la amiga y protectora de Peter Pan).
- Está obsesionado con la idea de “libertad”.
- Muestra una personalidad egocéntrica, narcisista y seductora en muchos casos.
- Suele exagerar sus logros propios, mostrando intolerancia ante críticas y situaciones frustrantes.
- Visualiza a los demás como seres sin libertad, borregos dentro de un rebaño, o ciegos incapaces de ver la realidad circundante.
Causas y maneras de abordar el síndrome de Peter Pan
Según los expertos, uno de los factores principales es la historia personal durante la infancia.
Por un lado, puede ser resultado de una crianza muy permisiva, sin reglas ni límites, con padres o cuidadores que siempre satisfacen todas las demandas del niño.
Por otro lado, el origen del síndrome también puede estar en una infancia marcada por excesivas responsabilidades, falta de afecto y ausencia de felicidad.
Un ejemplo claro es el caso de Michael Jackson, quien desde temprana edad vivió bajo presiones por parte de su padre para desarrollar su carrera artística.
No obstante, el psicólogo Jorge Barraca señala en un artículo que, dada la creciente cantidad de casos de síndrome de Peter Pan en los últimos tiempos, sería un error atribuirlo únicamente a circunstancias específicas.
Barraca enfatiza que, al hablar del síndrome de Peter Pan, “tiene que haber una corriente social por la que, quizás, todos tenemos una parte de culpa”.
¿Qué debemos hacer?
Manuel Escudero explica que aumentar la confianza en uno mismo y disminuir la inseguridad del individuo es una de las claves para abordar el problema. Siendo un primer modo de plantear el tema.
También se trata de mejorar la empatía y que la persona “adquiera conciencia del significado de los roles de las personas: adulto, pareja, padre, madre, etc.”.
Es importante que la persona reconozca que tiene un problema y quiera resolverlo. De esta manera, será capaz de desarrollar la habilidad de asumir obligaciones y compromisos y, finalmente, asumir las riendas de su vida como una persona adulta completa.
“¿Hay hombres que crecen o sólo alcanzan la mayoría de edad?“