¿Qué es la ortorexia?

Etimológicamente, el término ortorexia procede del griego orthos (correcto o adecuado) y orexia (alimentación). Por tanto, la ortorexia es la obsesión patológica por comer sano y por la calidad de los alimentos, convirtiéndose en la principal preocupación de la persona que la padece, o incluso, en el objetivo de su vida. Suele empezar como un intento de comer más saludable, pero la persona se vuelve cada vez más obsesiva por qué y cuánto comer y su autoestima se ve reflejada en la pureza de su dieta.

Es una enfermedad silenciosa que puede pasar desapercibida. Es considerada como un trastorno obsesivo, ya que al elegir qué sí y qué no comer, podemos poner en riesgo la salud. Suele pasar de forma inadvertida incluso por el círculo cercano, ya que piensan que esta alimentación es un hábito saludable.

Hay quienes lo hacen para cuidar su alimentación, salud o peso, pero otros llevan esta preocupación a tal grado que afecta a su salud física y mental sin ser conscientes de ello.

Las personas que sufren ortorexia intentan evitar a toda costa todos los alimentos que contienen colorantes, conservantes, pesticidas, ingredientes modificados genéticamente, grasas saturadas, sal o azúcares sencillos. Sienten una sensación de bienestar personal en elaborar platos exclusivamente con productos naturales, ecológicos o bio. También suelen rechazar todos los productos de origen animal como la carne, huevos y el pescado, o incluso, muchos de ellos, siguen dietas macrobióticas o dietas impuestas por alguien que predica sobre dietas saludables (no siempre personas con la formación adecuada o global).

¿Cuáles son las consecuencias de la ortorexia?

La obsesión por la comida sana interfiere tanto en aspectos físicos, como emocionales y sociales:

  • Dejar de ingerir alimentos necesarios para nuestro cuerpo o no sustituir los alimentos descartados por otros que puedan aportar los mismos complementos nutricionales, provoca la aparición de carencias nutricionales (anemia, falta de vitaminas u oligoelementos o incluso falta de energía). Esto puede derivar en enfermedades.
  • Pueden sufrir osteoporosis debido a la falta de alimentos elaborados con calcio.
  • Algunas mujeres dejan de menstruar por la deficiencia de nutrientes, haciendo que el organismo solo realice funciones vitales y deje de producir hormonas.
  • Pérdida de peso de forma considerable, puesto que se limitan grasas y carbohidratos, que son necesarios en una dieta equilibrada.
  • Hipervitaminosis. La búsqueda para compensar la carencia de vitaminas a través de medicamentos que pueden causar alteraciones de la piel, caída de pelo, debilidad, vómitos y trastornos hepáticos.
  • Aparición del trastorno obsesivo- compulsivo (perfeccionistas e inflexibles en su alimentación).
  • Miedo por los efectos de la alimentación.
  • Pérdida de interés por comer otras cosas.
  • Síntomas depresivos y ansiosos.
  • Socialmente se aíslan. Es habitual que se den situaciones en las que la persona no comparte comidas o momentos de celebración por la imposibilidad de comer otros alimentos. El tiempo de ocio también se ve afectado, ya que pasan mucho tiempo planificando, comprando y preparando los alimentos.

¿Cómo puedo comer sano sin caer en la ortorexia y en la obsesión?

La prevención de un trastorno de la conducta alimenticia reside en todos los entornos de la persona y en las propias herramientas de gestión emocional y conocimiento. Para hacerlo con éxito, se debe:

  • Promocionar una alimentación saludable y equilibrada tanto en el ámbito familiar como en el laboral. De esta manera, ayudará a fortalecer conductas adecuadas minimizando los efectos negativos que el mundo de la moda, publicidad o redes sociales ejercen sobre las personas.
  • Se recomienda realizar una dieta variada y equilibrada que incluya la cantidad y variedad de alimentos que nuestro cuerpo necesita para su correcto funcionamiento. Si conocemos los nutrientes que necesita nuestro cuerpo, será más fácil que conozcamos para que sirven y entenderemos su importancia. En este sentido, no existen alimentos «prohibidos» si se comen en la cantidad y el momento del día adecuado.
  • El bienestar emocional y tener una buena autoestima, son factores elementales y protectores de nuestra salud mental frente al impacto que recibimos hoy en día como los cánones de belleza actuales, la necesidad de reconocimiento entre iguales o las tendencias sociales. Este trabajo debe hacerse en todos los entornos de la persona y desde edades tempranas: en casa, en la escuela y en los entornos de ocio, para alcanzar la adolescencia y la adultez con una buena base de gestión emocional.

Una alimentación saludable es esencial para disfrutar plenamente de la vida. Esta sencilla frase tiene en la actualidad más importancia que nunca. El motivo es la extraordinaria disponibilidad de comida ultraprocesada y la ingente publicidad que de ella se hace en los diferentes medios de comunicación.

“Lo importante son los buenos hábitos, no las excepciones.