Neurofitness: estimula tu cerebro
Adquirir nuevos conocimientos, sin importar la edad, realizar actividad física o mantener hábitos saludables, contribuyen a la neuroplasticidad del cerebro.
El método neurofitness fue diseñado por la terapeuta ocupacional Catalina Hoffman, especialista en la estimulación cerebral.
Es una técnica que se centra en trabajar la mente y fortalecer las capacidades del cerebro y las funciones cognitivas.
Por ejemplo, uno de los ejercicios más beneficiosos puede ser simplemente coger un bolígrafo y un cuaderno y dejar que las palabras fluyan.
De esta manera, ayudamos a reducir la ansiedad, a estructurar y clarificar nuestras ideas, y al mismo tiempo estaremos manteniendo nuestro cerebro en forma.
Según Luis García Ruíz, autor, conferenciante, mentor empresarial y fundador de la Escuela de Aprendedores, el cerebro no es un músculo, pero opera de una manera similar, por lo que requiere de un entrenamiento continuo para optimizar su funcionamiento.
García nos introduce en el concepto de neurofitness a través de la reserva cognitiva.
Este término nos aporta información muy reveladora, como por ejemplo que las personas con una mayor formación académica tienden a recuperarse de mejor manera tras sufrir accidentes cerebrovasculares, mantienen una mejor salud cognitiva en la vejez y muestran una mayor resistencia al deterioro cognitivo.
Para comprender esta idea, nos dice que se sustenta en la plasticidad cerebral, la cual se lleva a cabo a través de dos procedimientos: la neurogénesis, que es la generación de nuevas neuronas, y la neuroplasticidad, que se refiere a la creación de nuevas sinapsis o conexiones entre neuronas.
Esta plasticidad sináptica es fundamental para salvaguardar, a medida que vamos envejeciendo, nuestras habilidades cognitivas, como el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones.
García, autor de cinco libros, tiene como uno de sus principales objetivos que comprendamos la relevancia de continuar aprendiendo a lo largo de nuestra vida.
También nos cuenta que es durante la infancia cuando la neuroplasticidad alcanza su máximo apogeo, ya que el cerebro es extremadamente flexible y está constantemente expuesto a nuevos estímulos.
No obstante, esto no implica que esa plasticidad se pierda.
En realidad, se ha demostrado que, incluso en la etapa de la vejez, el cerebro tiene la habilidad de seguir aprendiendo de manera constante.
Además, muchas enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer o el párkinson, así como un leve deterioro en el funcionamiento cognitivo, se asocian a una pérdida de plasticidad en el cerebro.
Potenciando la neuroplasticidad
Al aprender algo nuevo, las conexiones neuronales se refuerzan, lo que nos permite recordar y utilizar ese conocimiento más adelante, argumenta el especialista.
Asimismo, nos anima a mantenernos activos físicamente para mantener nuestro cerebro sano y ágil, lo que nos ayudará a llevar a cabo tareas mentales con mayor velocidad y a mejorar nuestra habilidad para solventar problemas.
Sugiere practicar ejercicios aeróbicos y de fuerza, así como aquellas disciplinas que integran cuerpo y mente, como el yoga, el taichí o la meditación.
Una manera adicional de fomentar la neuroplasticidad es mediante la estimulación sensorial y actividades como bailar, leer, realizar juegos que ejerciten la mente, escuchar o interpretar música, así como memorizar nuevos conocimientos.
Por otra parte, la alimentación que llevamos es crucial.
El cerebro puede sufrir graves daños debido a enemigos como el estrés y la ansiedad.
Estos pueden generan costumbres nocivas, entre ellas un descanso deficiente, mala alimentación y la carencia de ejercicio físico.
De igual modo, la falta de agua tiene un fuerte impacto en el cerebro.
Por eso, si sufrimos cefaleas, desconcierto o fatiga mental, basta con hidratarnos para sentir una mejora cognitiva en poco tiempo.
Plasmar ideas como terapia para una mente sana
Una de las recomendaciones del especialista es emplear la escritura terapéutica como medio para gestionar las emociones y alcanzar un mejor estado de bienestar general.
A la vez que se escribe, se atraviesan distintas etapas emocionales. Es positivo liberar esos sentimientos y exteriorizarlos sin temor.
Según las experiencias vividas, a veces nuestra mente puede reprimir lo sucedido como un mecanismo de autoprotección para mitigar el dolor de revivir ese momento.
Son muchos los beneficios que aporta la escritura terapéutica, ya que escribir se asemeja bastante a hablar.
Por ejemplo, ayuda a poner en orden nuestros pensamientos, facilita la toma de decisiones y reduce el estrés.
Esto potencia nuestra confianza personal y también nuestro sistema inmunitario, generando bienestar y serenidad, mientras reduce los niveles de ansiedad y estrés, añade García.
Según un estudio publicado en el Journal of Pain and Symptom Management en 2008, un grupo de pacientes con cáncer que dedicaban 20 minutos a la semana para escribir sobre el impacto de su enfermedad, advirtió una notable mejora en su salud emocional.
¿Cómo empiezo?
Para aprovechar las ventajas de ejercitar tu mente a través de la escritura terapéutica, Luis García sugiere que encuentres una libreta que te resulte atractiva y cómoda y que comiences con estos dos simples ejercicios:
1. Escritura automática:
Este método implica plasmar sin filtros ni censura cualquier idea que cruce nuestra mente, sin corregir, sin borrar y sin pensar demasiado.
El propósito de esto no es producir una obra maestra, sino permitir que los pensamientos fluyan de forma libre y espontánea, sin las ataduras de nuestro juicio, la moral o el razonamiento lógico.
Un consejo es que evites releer lo que has escrito por si te da vergüenza o tienes la tentación de cambiar algo.
2. Relata tu vida perfecta por escrito:
Este ejercicio de imaginación creativa te permitirá centrarte en tus objetivos y aspiraciones.
Describe cómo sería la vida ideal para ti, ya sea en un tono imaginativo, narrándola en futuro, como un deseo, o escribiendo en tiempo presente, viviendo ese sueño como una realidad.
Finalmente, también podrías optar por empezar un diario de gratitud personal.
Anota todas las cosas por las que te sientes afortunado y valoras cada día, ya sea al levantarte o antes de ir a dormir, para mantener una actitud positiva.
“El poder de tu mente determina el potencial de tu vida.“
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