Escucha activa y empatía en el ámbito laboral

La escucha activa y la empatía en el ámbito laboral representan dos habilidades que deben poseer los buenos líderes de una empresa. Además, también son de suma importancia para los trabajadores, ya que si carecen de estas destrezas, se encontrarán con serias dificultades en determinadas ocasiones.

Tratar de escuchar y entender lo que se habla puede parecer sencillo; sin embargo, con frecuencia nuestro interlocutor no es consciente de que estamos atendiendo y comprendiendo lo que dice.

Qué es la escucha activa

Podemos definir la escucha activa como la capacidad que tiene una persona para escuchar a otra prestando atención al mensaje. Es decir, el oyente no solo está en silencio, sino que procesa la información que va recibiendo.

Es frecuente que cuando alguien nos habla parezca que le estamos escuchando y, sin embargo, nuestros pensamientos se encuentran divagando en otras cosas. Dentro del entorno laboral es fundamental mantener una escucha activa.

Qué es la empatía

La empatía es la habilidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra. Es decir, el oyente debe ser capaz de comprender la situación y los sentimientos de la persona que expresa el mensaje.

Aunque parezca una tarea sencilla, la realidad es que ser una persona empática no es nada fácil, especialmente en determinadas ocasiones. Aun así, tanto jefes como empleados han de trabajar en potenciar esta cualidad.

Diferencias entre oír y escuchar

A menudo se tiende a pensar que los verbos “oír” y “escuchar” pueden emplearse como sinónimos. Sin embargo, existe una diferencia crucial entre ambos.

Oír pertenece al orden fisiológico. El sentido auditivo que tiene el ser humano le permite percibir los sonidos en mayor y menor medida. De este modo, oír consiste en percibir las vibraciones del sonido. Es un acto pasivo.

Por el contrario, escuchar se define como la capacidad de captar, atender e interpretar los mensajes.

Niveles de escucha

Podemos diferenciar tres niveles de escucha:

  • Escuchar a. Se produce cuando se utiliza aquello que el interlocutor cuenta para activar nuestros sentimientos.
  • Escuchar para. Cuando buscamos en el mensaje transmitido una información. Se produce un diálogo interior.
  • Escucha consciente. Consiste en escuchar al otro de forma activa centrando nuestra atención en el mensaje y haciéndole saber que lo que está transmitiendo es importante para nosotros. En este caso no se produce un diálogo interno ni se interrumpe al interlocutor.

Tipos de escucha que existen

Durante una conversación se pueden utilizar diferentes modos de escucha, dependiendo del nivel de entendimiento:

  • Escuchamos sin prestar atención.
  • El oyente solo atiende a aquella información que realmente le interesa.
  • Cuando se extraen las ideas principales del mensaje.
  • Analítica. En este tipo de escucha se estudia las relaciones entre las ideas del mensaje.
  • Se toma la iniciativa en la comunicación.
  • Empática. Se basa en una interpretación del mensaje. El oyente se pone en el lugar del interlocutor.
  • Escuchamos con atención y se comprende la totalidad del mensaje.

Problemas de no fomentar la escucha activa

El hecho de no saber escuchar activamente presenta problemas como:

  • No es posible llevar a cabo una buena negociación. Esto es algo fundamental en el mundo laboral, independientemente de que seas el jefe o el empleado.
  • Dificultad de adaptación para trabajar en equipo.
  • No saber gestionar conflictos.

Técnicas de escucha activa

Estas son algunas técnicas para llevar a cabo una escucha activa en el entorno laboral:

Fomenta la empatía

Es fundamental que el líder o jefe de un equipo sea capaz de atender las demandas, preocupaciones y aportaciones de sus empleados.

Lenguaje corporal

La forma en la que nos movemos y los gestos que realizamos mientras hablamos tienen una gran relevancia. Como oyente, has de saber interpretar el lenguaje no verbal.

Por otro lado, el interlocutor también ha de prestar atención a este aspecto respecto a las personas que reciben su mensaje.

Focaliza tu atención

No realices interrupciones innecesarias. Por supuesto, es fundamental que centres tu atención en la persona que está hablando y que evites malos hábitos como coger el móvil.

No juzgues al interlocutor

Aprender a escuchar sin juzgar es uno de los retos más complejos al que nos sometemos. Ten en cuenta que la persona que habla solo trata de mostrar sus ideas o lo que siente y piensa en un determinado momento. No es necesario que coincidáis en ello. De hecho, puede establecerse un debate muy interesante fundamentado en el respeto.

Pregunta lo que necesites

Una vez que la persona que habla ha expresado su mensaje, puedes formular una pregunta para comprender mejor determinados aspectos. Esto mostrará que has prestado atención. Eso sí, nunca hagas preguntas innecesarias o fuera de lugar.

Mirar a los ojos

Para que la otra persona sepa que estás atendiendo a lo que dice, lo ideal es mirarla a los ojos y asentir de vez en cuando. No se trata de una mera apariencia, es importante que realmente centres tu atención en el mensaje durante ese momento.

Conclusión

La escucha activa y empatía en el entorno laboral desempeñan un papel esencial tanto para crear un buen ambiente entre los integrantes, como para producir una mejora en la empresa (mayor productividad, aumento de la motivación, proponer posibles cambios en beneficio del negocio, etc).

Quien sabe escuchar adopta una serie de características positivas que lo hacen distinguirse y beneficiarse de ciertos aspectos a nivel personal.

En definitiva, lo ideal es que dentro del ámbito de trabajo se apueste por el fomento y desarrollo de estas dos habilidades tan importantes.