Dolor de espalda

 

INTRODUCCIÓN

El dolor de espalda es una afección muy común, un 85% de la población la ha padecido, la padece o la sufrirá en algún momento de su vida.

El dolor de espalda puede sentirse desde una pequeña molestia constante, pasando por una especie de hormigueo o quemazón, o dolor de tipo punzada que dificulte el movimiento, hasta llegar a ser un dolor intenso. Puede aparecer rápidamente tras una caída o tras levantar un objeto muy pesado, o ir aumentando de manera progresiva.

Este dolor puede ser agudo, de duración inferior a tres meses, o crónico, prolongándose más allá de tres meses.

 

CAUSAS

Entre las diversas patologías asociadas al dolor de espalda, las más habituales suelen ser la lumbalgia y la ciática.

Lumbalgia

El lumbago es la forma coloquial de llamar a la lumbalgia. Se refiere al dolor localizado en la zona baja de la espalda, entre las últimas costillas y los glúteos (región lumbar). Suele durar entre pocos días o varias semanas.

Síntomas: Dolor fuerte en la parte inferior de la espalda tras realizar ejercicio o movimientos repentinos o tras levantar algo pesado. Puede aparecer asociado a otros síntomas:

  • Rigidez de espalda, dificultad para moverse, caminar o ponerse de pie.
  • Dolor que no se irradia por la pierna o un dolor que también pasa por la ingle, la nalga o la parte superior del muslo, pero que rara vez llega debajo de la rodilla.
  • Dolor fuerte o sordo.
  • Espasmos musculares que pueden ser graves.

Ciática:

Dolor de espalda que se extiende a lo largo del trayecto del nervio ciático, a causa de su compresión, desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia la pierna, afectando habitualmente a un solo lado del cuerpo. La mayoría de los casos se resuelven con tratamientos no quirúrgicos en pocas semanas.

Síntomas:

  • Malestar en casi cualquier parte a lo largo del recorrido del nervio, pero es especialmente probable que recorra la parte inferior de la espalda hasta los glúteos y la parte posterior de los muslos y la pantorrilla.
  • A veces pueden sentirse sacudidas o como una descarga eléctrica. El dolor puede empeorar al toser o estornudar; y permanecer sentado durante períodos prolongados puede agravar los síntomas.
  • Por lo general, afecta a un solo lado del cuerpo.
  • Puede aparecer entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la pierna o el pie afectados.
  • Se puede sentir dolor en una parte de la pierna y entumecimiento en otra parte.

 

PREVENCIÓN

  1. Evitar el sedentarismo excesivo.
  2. Evitar los esfuerzos físicos bruscos que pudieran causar daño a la columna.
  3. Mantener posturas corporales correctas en todo momento.
  4. Mantener un peso adecuado, evitando la obesidad.
  5. Aprender cuidados posturales correctos:
    • Para retirar objetos que se encuentren elevados, usa algún pedestal o escalera.
    • El respaldo del asiento del coche debe tener contacto total con tu espalda.
    • La mesa de trabajo y la pantalla del ordenador deben de tener una altura adecuada con silla que apoye la parte baja de la espalda y pueda reclinarse.
    • Al recoger objetos del suelo, dobla tus rodillas y acércate al suelo.
    • No alzar objetos pesados.
    • Si vas a permanecer mucho tiempo de pie (ejemplo: al planchar) apoya una pierna sobre un pequeño taburete.
  6. Utilizar zapato de tacón bajo.
  7. Flexionar las rodillas al agacharse procurando mantener la espalda recta.
  8. Utilizar un colchón firme a la hora de dormir.
  9. Dejar de fumar.
  10. Evitar situaciones estresantes o que generen ansiedad.

 

CONSEJOS DE ACTUACIÓN:

En caso de padecer una crisis aguda (recuerda que el dolor suele desaparecer en unos días, aún sin tratamiento):

  1. Evitar el reposo en cama prolongado. En el caso de necesitar acostarse debe colocarse boca arriba sobre una superficie firme, con las caderas y rodillas dobladas, debe cambiar a menudo de posición, caminar y moverse de vez en cuando.
  2. Durante las primeras horas, lo más recomendable es aplicar frío, ya sea una bolsa de gel o de guisantes congelados envuelta en un trapo sobre la zona afectada. Los 2 ó 3 días siguientes y hasta que remitan las molestias, aplica calor seco. Hazlo un par de veces al día, pero no más de 20 minutos, asegurando que la zona no esté roja ni inflamada.
  3. Realizar masajes suaves en la zona.
  4. Consultar con tu profesional de la salud, quien determinará si procede iniciar tratamiento farmacológico.
  5. Intentar hacer vida normal e incorporarse a las actividades cotidianas lo antes posible.
  6. Realizar ejercicio. El más adecuado es el encaminado a reforzar la musculatura lumbar y abdominal. (Pilates, tai chi, yoga, natación.)
  7. Acudir a un fisioterapeuta. Este, además de conseguir con sus técnicas (masoterapia, electroterapia, etc.) una mejoría del dolor, debería ayudar a identificar posturas incorrectas del entorno cotidiano (de la actividad laboral, familiar, social, deporte) y así conseguir su corrección.

BIBLIOGRAFÍA:

https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/lumbago-y-ciatica/

https://www.spine-health.com/espanol/lumbalgia/sintomas-y-causas-de-la-lumbalgia

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/sciatica/symptoms-causes/syc-20377435

https://www.sergas.es/cas/DocumentacionTecnica/docs/ConsejosSalud2/lumbago.htm

AUTOR:

Fundación Mapfre