Déficit de la vitamina D: consecuencias y cómo evitarlo

La vitamina D o calciferol desempeña un importante papel en funciones fundamentales de nuestro organismo por lo que resulta necesario prevenir su carencia. Entre estos cometidos podemos destacar los siguientes:

  • Es fundamental en el mantenimiento de la salud ósea: contribuyendo a la formación y regeneración de los huesos y, por tanto, a la prevención de la osteoporosis.
  • Favorece la asimilación de minerales, sobre todo calcio, fósforo y magnesio. Esto es debido a que facilita su absorción intestinal y evita que se pierdan a través de la orina. De manera que influye en el proceso de crecimiento y mantenimiento de huesos y dientes, como ya se ha comentado.
  • Refuerza el sistema inmunitario. Esta función parece debida a que el calciferol interviene en las síntesis de proteínas antimicrobianas. Así, por ejemplo son numerosos los estudios que han demostrado que un nivel bajo de este micronutriente en sangre favorece las gripes y catarros.
  • Protege frente al cáncer. Las investigaciones de finales de los ochenta de los hermanos Garland establecieron una relación entre su déficit y esta enfermedad, especialmente el de colón.
  • Combate la depresión anual estacional. Esta se produce en otoño e invierno y es debida a que la menor exposición al sol hace que el organismo disponga de menos vitamina D para la producción de la hormona serotonina y el neurotransmisor dopamina, asociados al bienestar emocional.

Síntomas de carencia de vitamina D

A continuación nos gustaría dar algunas pistas para detectar una posible falta importante de este nutriente siguiendo un valioso artículo publicado en la revista Integral el año pasado.

  • Debilidad ósea y muscular, que puede ir asociada a molestos calambres.
  • Sensación persistente de debilidad y cansancio.
  • Depresión y ansiedad.
  • Pérdida de memoria.
  • Curación lenta de las heridas.

En cualquier caso estos signos son sólo orientativos porque pueden ser debidos a otras enfermedades. O, al revés, es posible tener un déficit de vitamina D sin que aparezcan (lo que explica el alto porcentaje de personas que están en esa situación). Por ello la forma más fiable de detectarla es mediante un análisis de sangre y el consiguiente asesoramiento médico.

Principales fuentes de vitamina D

La mejor manera de conseguir este fundamental nutriente es tomando el sol entre 5-10 minutos al día. Está calculado incluso que con una exposición algo mayor de continuación, 10-20 minutos se pueden sintetizar hasta 20.000 UI de la misma. Conviene hacerlo a primera o última hora para evitar los efectos nocivos de los rayos solares en los momentos de máxima exposición.

Podría parecer que, siendo aparentemente tan fácil su consecución, los casos de carencia deberían ser escasos. Por el contrario, hay investigaciones que afirman que más del 80% de la población mundial tienen niveles de vitamina D insuficientes por debajo de 30 ng/ml, aunque la carencia puede estar entre muy leve o grave. Incluso un país con tanto sol como España muestra unos porcentajes parecidos.

También es posible conseguir ingesta de esta vitamina a través de la dieta. Así entre los productos en los que se encuentra más presente destacan los pescados como salmón, sardinas, arenques, atún, caviar, aceite de hígado de bacalao o los lácteos, huevos o setas.

Y, por supuesto, se pueden tomar suplementos de la misma, aunque con precaución porque al ser liposoluble se acumula en la grasa corporal y no se elimina con el sudor o la orina como las hidrosolubles.

Vitamina D y Covid

Antes de concluir queremos hacer referencia a los últimos estudios sobre los efectos beneficiosos de la vitamina D sobre la reciente enfermedad de la Covid-19. Estos parecen ir en dos direcciones: en la manifestación y en la evolución de la misma.

Respecto al primer efecto hay que destacar la investigación del doctor David Meltzer en la Universidad de Chicago que llegó a la conclusión de que los pacientes que mostraban una deficiencia de vitamina D de menos de 20 ng/ml tenían el doble de probabilidades de dar positivo.

En lo que atañe a la evolución un estudio publicado a mediados de 2020 por Universidad Northwestern de Boston comparaba la incidencia del Covid-19 en 10 países y llegaba a la conclusión de que las altas tasas de mortalidad en países como Italia, España y Reino Unido estaban asociadas a niveles más bajos de vitamina D. Este efecto es debido a que unos bajos niveles de este micronutriente favorecen una reacción hiperinflamatoria conocida como “tormenta de citoquinas” que es la causante de muchos de los fallecimientos por Covid.

Más recientemente una investigación realizada por la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía confirmó esta relación entre consumo de vitamina D y una mayor tasa de supervivencia frente a esta enfermedad. El estudio publicado en enero de 2022 en la revista “Scientific Reports” analizó la evolución de 16.000 pacientes. La conclusión fue que aquellos que tomaron algún fármaco con vitamina D durante los 15 días previos al ingreso hospitalario tuvieron más probabilidades de supervivencia.