Enfermedades que puede provocar el exceso de trabajo
Pasar largas jornadas en el interior de una oficina puede influir tanto en la salud física como mental de las personas. Hoy te mostramos cómo cuidar tu salud en el entorno laboral.
Recientes estudios han revelado que aquellas personas que dedican más horas a trabajar tienden a ser más vulnerables a la depresión.
De hecho, esta no sería la única patología que podría desencadenar el exceso de trabajo.
Pasar demasiado tiempo en la oficina puede afectar tanto a tu bienestar físico como mental.
A continuación, te presentamos 10 problemas asociados al empleo y algunas recomendaciones útiles para prevenirlos.
¿Son perjudiciales las horas extra?
Si bien puedes recibir un salario mayor, la doctora Marianna Virtanen, del Colegio Universitario de Londres, sostiene que las horas extra nos exponen al estrés, al sedentarismo y a la alimentación poco saludable, además de reducir nuestro tiempo para hacer ejercicio y descansar.
Esto, en conjunto, tiene un impacto negativo en la salud en múltiples aspectos.
1. Depresión
Trabajar más de 8 horas al día triplicaría el riesgo de sufrir depresión.
Según afirma Virtanen, las horas extra aumentan la exposición al estrés y nos alejan de nuestros seres queridos, lo que genera un sentimiento de soledad y desmoronamiento.
2. Consumo de sustancias
En situaciones de elevado estrés, los empleados pueden recurrir al tabaco o al abuso de alcohol y otras drogas.
La doctora Anne Spurgeon, del Instituto de Salud Ocupacional en Inglaterra, afirma que esta conducta surge como un ‘mecanismo de defensa’.
Se trata de una forma de enfrentar el estrés que, sin embargo, genera más problemas de los que soluciona.
3. Deterioro de la memoria
Un nivel elevado de cortisol, la hormona vinculada al estrés, puede perjudicar áreas cerebrales asociadas con la memoria y el aprendizaje.
Según el doctor Robert M. Sapolsky, de la Universidad de Stanford, esto afectaría a la capacidad de recordar y de crear nuevos recuerdos, así como aumentar la probabilidad de demencia.
El estrés: una amenaza constante
En dosis controladas, el estrés puede mantenernos despiertos y alerta. No obstante, el problema surge cuando hay un exceso.
Sufrirlo en niveles elevados o durante períodos prolongados, convierte al estrés en uno de los principales factores de riesgo en el entorno laboral, señala el doctor Jeremy Broadhead, del Priory Hospital Hayes Grove en Inglaterra.
4. Síndrome Burnout
Este problema, conocido también como ‘Síndrome de desgaste profesional’, surge a raíz de un estrés continuo y jornadas laborales extremas.
En estos casos, el empleado comienza a sentir que, a pesar de sus esfuerzos, el trabajo lo abruma, generándole una profunda frustración y desilusión.
Cansancio y decepción
El doctor Wilmar Schaufeli, de la Universidad de Utrecht, afirma que quienes padecen el síndrome de desgaste profesional, experimentan distintos trastornos psicológicos, como depresión e intranquilidad, que en ocasiones pueden llevar incluso al suicidio.
Además, se manifiestan afecciones físicas tales como la fatiga crónica o los dolores musculoesqueléticos.
5. Dificultades para dormir
La realización de horas extra o el trabajo en un entorno de alta presión, se vincularía a una disminución en la calidad del sueño.
Aunque pueda no parecer grave, un mal descanso podría causar daños cognitivos y cerebrales, así como incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión y diabetes.
6. Enfermedades del corazón
Un estudio realizado por el Colegio Universitario de Londres, revela que trabajar en exceso aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón en un 67%.
El doctor Gregg C. Fonarow, señala que trabajar más horas implica pasar más tiempo sentado, dormir menos y estar expuesto a niveles elevados de estrés.
Todos estos factores incrementan la probabilidad de sufrir un infarto y otros problemas de salud, como la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares.
7. Diabetes
El doctor Frank Hu, de la Universidad de Harvard, advierte que trabajar hasta altas horas de la noche o hacer un turno nocturno, puede alterar nuestro ‘reloj biológico’, lo que aumenta el riesgo de obesidad y resistencia a la insulina, los principales factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo dos.
Además, estos horarios complican mantener una alimentación adecuada y realizar actividad física.
El grave inconveniente de estar sentado
Permanecer sentado más de 8 horas seguidas puede ser extremadamente perjudicial para la salud, señala el doctor James Levine, de la Clínica Mayo.
Un estilo de vida sedentario, disminuye significativamente la cantidad de calorías que el cuerpo quema, lo que incrementa el riesgo de padecer obesidad, resistencia a la insulina y niveles altos de colesterol.
Estos efectos pueden persistir, aunque se realice ejercicio.
8. Dolor lumbar
El dolor de espalda puede originarse a raíz de pasar demasiadas horas sentado en una postura inadecuada.
Nuestro cuerpo sólo puede estar en la misma postura durante 20 minutos, de lo contrario, se produce un cambio en el organismo, los músculos se tensan y comienzan a sufrir daños.
9. Osteoartritis
En muchos empleos se repiten constantemente ciertos movimientos (como escribir en el teclado), lo cual perjudica los cartílagos y las articulaciones.
Esto podría asociarse con la aparición de osteoartritis a partir de los 40 años.
Según indica el Centro Canadiense de Salud y Seguridad en el Trabajo, este riesgo también se incrementaría si la persona sufre de sobrepeso.
10. Problemas estomacales
Las largas jornadas laborales y el estrés podrían incrementar el riesgo de trastornos gastrointestinales, que van desde el intestino irritable hasta diarrea y estreñimiento.
El doctor Francisco J. Marrero, de la Clínica de Cleveland, explica que, cuando nos encontramos en un estado constante de estrés o contamos con horarios muy intensos, el sistema digestivo se altera y comienzan a surgir complicaciones.
¡Lucha contra el estrés!
Aunque no se puede evitar por completo, es posible prevenir problemas de salud relacionados con el estrés.
El Consejo Nacional de Seguridad y Salud de América, sugiere identificar las causas del estrés para eliminarlas o planificar acciones que minimicen reacciones desmesuradas.
Además, es beneficioso compartir las preocupaciones con alguien, seguir una alimentación equilibrada y mantenerse activo.
Protege tus articulaciones
La Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo (OSHA), aconseja adoptar posturas neutras para cuidar las articulaciones.
La mejor manera es sentarse erguido, mirando al frente y manteniendo los antebrazos paralelos al suelo para proteger muñecas y codos.
Además, los pies deben estar bien apoyados en el suelo para cuidar de las rodillas y los tobillos.
Haz estiramientos, no prolongues tu jornada
Es fundamental hacer pausas cortas a lo largo del día: levantarse, caminar un poco y realizar ejercicios de estiramiento.
Esto facilitará la relajación muscular después de haber permanecido en una postura fija.
Por otro lado, realizar movimientos sencillos contribuirá a quemar calorías y evitar el sobrepeso, según indica la OSHA.
En conclusión, mientras trabajamos no debemos dejar de lado lo más importante: nuestra salud, porque salud y trabajo no son incompatibles.
Cuida de tu salud física y mental en el trabajo, a la larga, tu cuerpo te lo agradecerá.
“El mañana es una recompensa por trabajar con seguridad hoy.“