¿Cuánta agua hay que beber al día?

 

Las necesidades de agua dependen de la que se gasta a diario a través del sudor, la respiración, las heces y la orina. En condiciones normales, esta cantidad asciende a 2,5 L de agua. Las recomendaciones de ingesta de agua en condiciones normales son de 2.0L para mujeres y 2.5L para hombres, contando la incluida en los alimentos. En el embarazo y lactancia las necesidades aumentan, recomendándose entre  2.5 a 3 litros de agua al día. Si la alimentación es rica en frutas y verduras, se podrían llegar a aportar por alimentos hasta 1L de agua, lo que supondría que a través del agua de bebida debemos tomar al menos 1.5L.

Ingerir la cantidad adecuada de líquido sacia la sed, mejora los niveles de hidratación, regula el buen funcionamiento de las células, favorece el transporte de nutrientes, mejora la lubricación de las articulaciones y ayuda a mantener la temperatura corporal.

Según el Estudio Hydra, 8 de cada 10 españoles conocen la importancia de la hidratación en la salud, aunque el 50% reconoce beber menos de las cantidades recomendadas por los expertos.

La deshidratación puede provocar dolor de cabeza, cansancio y disminución del rendimiento intelectual como falta de concentración y menor memoria a corto plazo.  Según avanza el estado de deshidratación, aumenta el esfuerzo cardiovascular y en casos graves puede poner la vida en peligro.

La sed y una alimentación saludable, son suficientes para mantener un buen estado de hidratación, excepto en niños y mayores. Las personas mayores y los niños son especialmente vulnerables a las consecuencias de la deshidratación, ya que en el caso de los mayores su mecanismo de detección e identificación de la sed falla y en los niños es inmaduro. Por eso es necesario vigilar que estos grupos reciban la suficiente aportación de líquido diario.

La principal fuente de agua en la dieta debe ser el agua de bebida de red o embotellada, que puede completarse con infusiones y otras bebidas sin azúcar.  En el caso de los deportistas, una correcta hidratación es fundamental para desarrollar cualquier tipo de actividad física, así como una buena rehidratación durante la misma y después de ella.

La sustitución del agua por bebidas azucaradas, zumos, néctares, bebidas para deportistas, etc., no es recomendable pues podría suponer la ingesta de hasta 225g de azúcar adicionales, lo que aportaría unas 900 Kcal a la dieta de un solo día.

Es preferible la ingesta de agua natural de red o embotelladla que las carbonatadas con o sin azúcar añadido, pues aportan sodio a la dieta, con el consiguiente riesgo de elevación de la tensión arterial.

AUTOR:

Fundación Mapfre