¿Qué es la Crometofobia y por qué se da?
En nuestra sociedad, el dinero es algo indispensable. Todos lo manejamos en mayor o menor medida.
Trabajamos para ganar dinero y poder gastarlo en aspectos básicos de nuestra vida como en alimentos o pagar nuestros hogares, pero también lo invertimos en aspectos más ociosos como irnos de vacaciones o salir a cenar.
Son muy pocos los que afirman que no les importa gastar dinero, pero existe otra realidad igual de fuerte: gastar dinero nos provoca placer.
Gastar dinero puede ser fuente de alegría, ya que eso significa que, si lo gastamos, es porque supuestamente podemos permitirnos hacerlo.
Sin embargo, hay muchos que sufren al hacerlo, independientemente de cuáles sean sus ingresos.
Existen muchas razones que derivan en este temor, entre ellas están, por ejemplo, las personas que tienden a gastar de forma compulsiva y se ven agobiadas más tarde porque no pueden hacer frente a otros gastos de mayor importancia.
También encontramos a aquellos que han tenido toda una vida de carencias y, ahora que poseen más dinero, de forma consciente o inconsciente, tienen miedo de invertirlo hasta en las cosas más básicas y volver a caer de nuevo en la pobreza.
Pero cuando este miedo comienza a afectar al desarrollo normal de nuestras vidas, es cuando se da lo que se conoce como crometofobia.
Pero, ¿qué es realmente la crometofobia? Es el miedo irracional y extremo a gastar dinero que va un paso más allá de la tacañería o la austeridad.
Según explica la psicóloga Luciana Moretti, muchos pensamos que todos queremos tener dinero para usarlo en nuestras necesidades y deseos, pero la realidad es que existen algunas personas que el simple hecho de pensar en el dinero o, incluso, el tocarlo, les produce una gran aversión e inseguridad.
Continúa diciendo que el problema puede ir desde tener miedo de llevar dinero en el bolsillo hasta el miedo a gastarlo, pasando por diferentes etapas de temor e incomodidad incluso cuando se piensa en cuestiones financieras o se aborda el tema.
Va más allá del apego al dinero o de la cautela, sino que más bien está relacionado con el miedo irracional a quedarse sin dinero.
Esto puede derivar en problemas legales a causa de las deudas o de que no se puedan cubrir las necesidades básicas, aun teniendo recursos.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no la ha reconocido como un desorden metal, los síntomas de la crometofobia pueden llegar a producir un gran malestar en quienes lo padecen.
Como ocurre con toda fobia, la base aquí arraiga en el miedo. El miedo es un escudo para protegernos y la respuesta natural ante él es huir de lo que nos pueda parecer una amenaza.
Las personas que sufren algún tipo de fobia, emplean una gran cantidad de tiempo y esfuerzo rehuyendo todo aquello que pueda desembocar el miedo, lo que puede llevar a comportamientos irregulares y al aislamiento.
Generalmente, la crometofobia se manifiesta como un temor excesivo a llevar dinero, especialmente en metálico, pero también a llevar tarjetas u objetos de valor.
Por otra parte, también se le atribuye el miedo a gastar el dinero, lo que conduce a comportamientos extraños.
Estos pueden ir desde contar el dinero o controlar compulsivamente la cuenta bancaria hasta dejar de pagar facturas o comprar cosas necesarias.
La crometofobia puede provocar que la persona que lo padece sienta una angustia extrema al pensar o hablar de dinero.
Llega incluso a afectarlas físicamente, provocándoles síntomas de ansiedad como taquicardias, respiración agitada y la necesidad de huir que puede producir ataques de pánico.
De hecho, la ansiedad es una de las patologías más comunes de quienes padecen este temor. Generalmente, a estas personas se les disparan los niveles de ansiedad al momento de tener que pagar algo, y no necesariamente de un coste elevado.
La crometofobia puede provocar que las personas que lo sufren rehúyan situaciones sociales por miedo a que impliquen un gasto de dinero.
Esto causa que se aparten de amigos o de actividades de ocio que les gustan.
Y, en casos extremos, puede desembocar en la incapacidad para tocar monedas y billetes o cualquier objeto relacionado con el dinero como carteras, tarjetas o joyas y también evitar cualquier gestión que conlleve su uso, como el pago de facturas.
Esto último puede generar también problemas legales por deudas contraídas por no hacer frente a los pagos, debido a la incomodidad que les produce.
Según Moretti, los peores casos puede provocar el aislamiento social o, incluso, problemas de salud por no querer gastar dinero para cubrir las necesidades médicas o relacionadas con el bienestar personal o en el hogar.
Causas que producen miedo al dinero
Los motivos por los que se produce una fobia pueden ser muy variados.
En concreto, este miedo puede originarse en la asociación de sentimientos, experiencias y emociones derivadas de situaciones adversas en las que el dinero estaba implicado.
Esa asociación de elementos puede desembocar en que se le confiera al dinero un carácter malévolo o que se desarrolle una relación nerviosa y de inseguridad ante él.
Vivimos en una sociedad en la que el dinero es necesario y en la que nos regimos por el principio de escasez.
Esto ya es motivo para sufrir ansiedad y nos puede llevar a enfocarnos más en el control que en el disfrutar de lo que tenemos.
¿Cómo podemos tratar la crometofobia?
Las fobias van más allá del miedo y se necesita la ayuda de un experto para que no condicionen la vida de quienes lo padecen.
Para tratar cualquier fobia, es necesario que la persona aprenda a reconocer las señales de ansiedad, tanto físicas como mentales, y los instrumentos psicológicos contra el miedo para aprender a calmarlo.
Es importante también entender qué es lo que la origina para poder para poder combatir los síntomas que dicha fobia les genera.
Para superar completamente la fobia es necesario enfrentarse al miedo para poder hacerles frente a esas situaciones que nos provocan temor, pero sin sufrir ansiedad.
Para ello, se requiere un proceso de varias fases que preparen a la persona para poder exponerse ante sus miedos.
Si la fobia proviene de algo traumático, la psicoterapia necesitará incluir algunos recursos específicos que ayuden a que estas experiencias dejen de generar síntomas negativos.
“Por ahorrar dinero, la gente está dispuesta a pagar cualquier precio.”