Alzadores sin respaldo: ventajas y desventajas del ISOFIX

El alzador sin respaldo ha pasado de verse como un sistema de retención infantil básico a ser considerado el sistema de retención infantil más adecuado para un rango de alturas entre los 125cm y los 150 cm de altura. Esta evolución tiene mucho que ver con el desarrollo del Reglamento 129 de Naciones Unidas, que incorpora el impacto lateral en sus pruebas de homologación, obligando a los fabricantes a averiguar cómo un alzador sin respaldo tenía cabida en una normativa que imponía unos estándares de seguridad en caso de colisión lateral.

La solución a este dilema la dio un fabricante de coches en el año 2012 cuando demostró que, en caso de impacto lateral, el airbag de ventana de los vehículos tenía niveles de protección de la cabeza iguales o incluso superiores a los que proporcionaban los alzadores con respaldo. A partir de ahí, se ha desarrollado una legislación para asegurar la interacción de la cabeza del menor con el airbag de ventana de los coches y, por lo tanto, un nivel de seguridad similar a la que tenemos los adultos en caso de un impacto lateral.

Es por esa razón que si comparamos un alzador sin respaldo homologado por el reglamento 44 de Naciones Unidas (norma antigua) y uno de acuerdo con el reglamento 129, veremos que la altura del alzador es casi del doble. Esto es lo que nos garantiza un contacto adecuado entre la cabeza de los niños y el airbag de ventana del coche.

 

¿ISOFIX O NO ISOFIX?

 

Una vez hecha esta explicación introductoria, en el mercado nos encontramos alzadores sin respaldo con sistema ISOFIX y otros sin el sistema ISOFIX.

El sistema ISOFIX es un sistema que fue ideado para facilitar la instalación de los sistemas de retención infantil integrales (con arnés) y que prescindía por tanto del cinturón de seguridad del coche.

A principios de los años 2000 este sistema se empezó a utilizar también en alzadores con respaldo, ya que proporcionaba la posibilidad de reclinarlo. No obstante, no había una mejora en cuanto a la seguridad ya que la retención del menor era mediante el cinturón de seguridad del coche.

Llegados al producto del que estamos hablando (el alzador sin respaldo), el uso de los conectores ISOFIX en él no aporta ni la posibilidad de reclinación, ya que los alzadores sin respaldo no se reclinan, ni mejoras en la facilidad de la sujeción del sistema.

Además, al no haber una relación normativa entre la posición del ISOFIX y la del cinturón de seguridad (el cinturón de seguridad y los anclajes de ISOFIX no tienen una posición establecida, ya que su uso combinado no se contempla en la normativa) puede pasar que el cinturón de seguridad quede muy alejado o próximo al pecho de los niños, sin posibilidad de desplazarlo lateralmente.

Añadido a este punto, el movimiento de rotación del alzador, al estar conectado a los anclajes ISOFIX, incrementa el riesgo de “submarining” sobre el menor. La rotación sobre un punto fijo (el ISOFIX) hace que el alzador solo se pueda desplazar hacia abajo, mientras que en los sistemas NO ISOFIX, existe un movimiento de translación que acompaña la pelvis del menor, y otro algo más pequeño de rotación.

En definitiva, el uso de los conectores ISOFIX en los alzadores se ha generalizado por la creencia que el sistema ISOFIX es más seguro de manera general, pero obviando las razones de su invención y aplicándolo a un sistema de retención infantil que no lo necesita para su correcto funcionamiento.

Su uso sin una razón, como proporcionar un ajuste en altura al alzador o la disipación de la energía del impacto, no justifica una mejora desde el punto de vista de la seguridad.

En todo caso, si algo positivo podemos destacar de los alzadores con sistema ISOFIX es el hecho de que, en caso de colisión sin el menor, el dispositivo no saldría proyectado, cosa que podríamos evitar colocando el cinturón en los alzadores sin ISOFIX o guardándolos en el maletero del coche.

AUTOR:

Fundación MAPFRE