Alimentación en personas mayores

 

 

La dieta mediterránea tradicional es un patrón alimentario saludable para todas las edades, en especial para las personas mayores.

  1. Evitar alimentos ricos en grasa, azúcares y sal, tales como embutidos, dulces, bollería, bebidas y alimentos azucarados.
  2. Asegurar un aporte adecuado de calcio a partir de lacteos bajos en grasas, legumbres, frutos secos o verduras.
  3. Legumbres, cereales integrales, frutas, hortalizas y frutos secos, son fuentes naturales de fibra, que favorecen el tránsito intestinal y evitan el estreñimiento, muy frecuente en estas edades.
  4. Tomar cada día al menos un ración de pescado, huevos o carne magra, además de lácteos bajos en grasa, pues proveerán de las proteínas necesarias para evitar la pérdida de masa muscular, típica en personas mayores.
  5. Debe asegurarse la ingesta correcta de agua para evitar la deshidratación. Pueden utilizarse, además de agua, caldos, sopas bajas en grasa y zumos de frutas. En caso de problemas de deglución de líquidos pueden añadirse espesantes neutros.
  6. Distribuir los alimentos en varias tomas al día y asegurar que las comidas son apetitosas, variadas y que se ajustan a las preferencia personales y opciones culturales y religiosas. Esto es especialmente importante en personas que viven solas.
  7. Prácticar actividad física al aire libre con una protección solar adecuada. Fortalecerá los huesos y facilitará la correcta activación, por la radiación solar, de la vitamina D, esencial para la salud ósea.
  8. En casos de una alimentación pobre o deficitaria, debe consultarse al médico o al dietista-nutricionista para valorar la necesidad de suplementar la alimentación.
  9. Los cambios fisiológicos, la presencia de enfermedades crónicas y la polimedicación, incrementa el riesgo de malnutrición en personas mayores, por lo que su estado nutricional debe estar convenientemente monitorizado por un profesional sanitario.

AUTOR:

Academia Española de Nutrición y Dietética