Cuatro maneras de dormir que afectan a nuestra salud
Un estudio reciente ha revelado que existen diferentes formas de dormir y que, algunas de ellas, pueden afectar negativamente en nuestra salud.
¿Afecta tu rutina a tu descanso? Descansar correctamente es algo que no todo el mundo experimenta. Muchas personas dicen no dormir bien y que son muchas las causas que no les permiten descansar plácidamente.
La ciencia ya ha demostrado que dormir mucho o demasiado poco puede provocar diferentes problemas de salud.
Por este motivo, es imprescindible conocer cómo conseguir un descanso adecuado y, así, rendir al cien por cien en nuestro día a día.
¿Hay formas incorrectas de dormir?
Un estudio realizado por Midlife, en Estados Unidos, ha disipado muchas de las dudas que pueden surgir sobre cómo afecta realmente la forma de descanso en las personas.
Para llevar a cabo esta investigación, se ha encuestado a varios adultos que han aportado datos relevantes sobre sus horas de sueño, la frecuencia con la que respetan esas horas de descanso, el estado de ánimo con el que se levantan, si estaban en continuo estado de alerta, así como la eficacia y duración del sueño.
Por otro lado, estas personas también han informado sobre si poseen algún tipo de enfermedades crónicas y el número de estas.
Para obtener datos más verídicos, en dicho estudio también han querido saber la edad, sexo, raza, educación, estado civil, número de hijos, situación laboral, si fuman o no, si beben alcohol o no y si practican deporte.
Las cuatro formas de dormir
Gracias a este estudio y a analizar detenidamente a estos adultos, se ha llegado a la conclusión de que existen cuatro maneras de dormir: buenos dormidores, dormidores insomnes, dormidores de fin de semana y siesteros.
Se ha definido como buenos dormidores a aquellos cuyos datos han revelado que duermen lo suficiente.
Los insomnes son aquellos que, al contrario que los anteriores, duermen poco y muestran signos de cansancio en su día a día. Aquí también se incluiría la dificultad para conciliar el sueño.
El tercer tipo, los dormidores de fin de semana, suelen ser mayormente personas jóvenes que no duermen lo suficiente durante la semana y que, cuando llega el fin de semana, tratan de recuperar esas horas de sueño que les faltan. Lo que responde a la pregunta de que, efectivamente, tu rutina afecta a tu descanso.
Por último, los siesteros, son normalmente personas con más edad que hacen siestas de manera regular.
¿Realmente cambia nuestra forma de dormir conforme pasan los años?
Durante los 10 años que duró el estudio, el 77% de los participantes sostuvo su forma de dormir.
Sin embargo, ninguno de los encuestados se mantuvo constante, a excepción de los insomnes y los siesteros que sí se mostraron más estables.
Por otro lado, durante los 10 años de estudio, el 73% de los dormidores de fin de semana pasaron a ser siesteros o insomnes.
¿Cómo afecta a nuestra salud?
Es bien sabido que el descanso repercute en nuestra salud física y psicológica.
Con este estudio se ha podido corroborar este hecho y se han proporcionado nuevos datos relevantes.
Por ejemplo, se ha averiguado que entre un 28% y un 82% de los dormidores insomnes existe más tendencia de padecer patologías crónicas.
Esto se debe a que, si se crea un ritmo de insomnio, aumentan las probabilidades de padecer alguna enfermedad como diabetes, enfermedades cardiovasculares, depresión o fragilidad.
Por otro lado, también los siesteros, independientemente de su edad, corren el riesgo de padecer patologías como la diabetes, cáncer y fragilidad.
Otro dato relevante que nos ha mostrado este estudio es que las circunstancias socioeconómicas también desempeñan un papel fundamental con respecto a las cuatro maneras de dormir.
Es decir, aquellas personas que tienen mejores circunstancias económicas o un nivel mayor de estudios, tienen menos posibilidades de sufrir insomnio, pero, sin embargo, es más frecuente verlo en personas desempleadas.
En conclusión, dormir bien es fundamental para la salud y para asegurar que tu día sea productivo.
“La cantidad de sueño requerida por la persona promedio es cinco minutos más.”